Esta abadía se habría fundado en tiempos antiguos (siglo VII?) Sobre la tumba del mártir san Severo (muerto a principios del siglo V). El lugar de culto fundado por benedictinos se convertiría en el núcleo de la abadía de Saint-Sever y de la misma población que se fue desarrollando a su alrededor. Aquel primer establecimiento monástico quedaría arruinado a causa de las invasiones (siglos IX y X). La casa monástica se rehizo gracias a Guillaume Sanche de Gascuña que adquirió los terrenos y fundó un nuevo monasterio (963-982?). Entre los años 1028 y 1072 el establecimiento fue dirigido por el abad Grégoire de Montaner, que comenzó la construcción de la actual iglesia y elaboró el conocido Beato de Saint-Sever.

Saint-Sever

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La iglesia no se terminó hasta el siglo XIII, pero todo el conjunto monástico quedó afectado por las guerras de Religión (siglo XVI). El lugar fue restaurado por la congregación de Saint-Maur (1645). A pesar de las modificaciones sufridas la iglesia es un bello ejemplar de tres naves y siete ábsides escalonados que se abren al crucero dividido también en tres espacios. Se conserva también el claustro, de época posterior

Saint-Sever

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