Convento de la Santíssima Trinitat de Piera

Trinitarios de Piera

(Piera, Anoia)

Trinitaris de Piera
Trinitarios de Piera
El convento convertido en Casa Consistorial
Fotografía de Josep Salvany (1912)
Biblioteca de Catalunya

Se ha dicho que el convento de los trinitarios fue fundado en 1205 por san Juan de Mata, primero se habría establecido extramuros, pero más tarde pasó al antiguo hospital, en la plaza Major. De todas formas, no está documentada la presencia de los trinitarios en el siglo XIII.

Trinitaris de Piera
Trinitarios de Piera
Escudo de los trinitarios reaprovechado en una casa de Piera

En 1335 el hospital de Sant Francesc, vinculado a la parroquia, pasaba por una época de dificultades económicas y fue ofrecido junto con la capilla de Sant Francesc a los trinitarios que ya se encontraban en la población o bien llegaron con este motivo. Este cambio supuso fricciones entre los frailes y la parroquia. Finalmente, los trinitarios no pudieron salvar a aquella institución de las penurias económicas que pasaba y dejaron el centro asistencial. El edificio se reconstruyó completamente en el siglo XVIII. En la exclaustración (1835) el convento tenía alrededor de una docena de frailes. Después fue convertido en Casa Consistorial hasta que en 1926 el Ayuntamiento se trasladó a otro edificio y derribó el anterior para levantar en su solar el mercado municipal del Peix.

Trinitaris de Piera
Trinitarios de Piera
El convento convertido en Casa Consistorial, con el campanario
Detalle de una postal antigua
Trinitaris de Piera
Trinitarios de Piera
Lugar donde se levantaba el convento, después mercado y ahora plaza

Bibliografía:
  • BARRAQUER I ROVIRALTA, Gaietà (1906). Las casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX. Tomo I. Barcelona: F. J. Altés
  • BARRAQUER I ROVIRALTA, Gaietà (1915). Los Religiosos en Cataluña durante la primera mitad del siglo XIX. Vol I. Barcelona: F. J. Altés
  • SABATÉ, Flocel i altres (1999). Història de Piera. Lleida: Pagès Editors

Situación:

Estana en la plaza del Peix. No quedan restos