Convento de Sant Martirià de Banyoles

Capuchinos de Bayoles / Servitas de Banyoles

(Banyoles, Pla de l'Estany)

Sant Martirià de Banyoles
Sant Martirià de Banyoles

El convento de los Capuchinos de Banyoles tuvo una duración efímera, entre los años 1583 y 1638. La fundación se hizo gracias a la voluntad del abad benedictino de Sant Esteve, que era el señor del lugar. Les fue cedida la capilla y ermita de Sant Martirià situada en un lugar elevado, el Puig de Lió, sobre el lago, al norte de la villa. El lugar está documentado desde 1280, aunque consta que en 1086 ya se conservaban en este lugar las reliquias de san Martiriano, que fueron trasladadas definitivamente al monasterio de Sant Esteve en 1290.

Sant Martirià de Banyoles
Sant Martirià de Banyoles
El lago de Banyoles desde el Puig de Sant Martirià

El convento de los capuchinos era una casa muy humilde, y para dar cobijo a la reducida comunidad fue adaptada de forma muy simple la ermita preexistente, ya en 1614 se planteó abandonar aquel establecimiento debido al mal estado en que se encontraba y de su aislamiento, se dice que más bien era una cabaña de pastores que un convento. En el Capítulo Provincial de 1625 se determinó un cambio de ubicación e incluso se aceptó un legado que debería ayudar a hacerlo realidad; pero no tuvo éxito. El Capítulo de 1637 acordó pedir a Roma la supresión del convento, lo que se hizo efectivo al año siguiente, a pesar de la oposición ciudadana. Los capuchinos devolvieron la casa a los benedictinos de Sant Esteve, que la cedieron a los servitas, aunque en 1683 y todavía en 1734 nuevamente se dieron pasos para el regreso de los capuchinos, pero sin que las conversaciones llegaran a buen puerto. No hay restos de la casa de los capuchinos, sólo de las construcciones que se realizaron más adelante.

En 1638, cuatro meses después de que los capuchinos dejaran el convento, el obispo de Girona autorizó que los servitas lo ocuparan. La llegada de esta orden a Banyoles no fue bien recibida por la comunidad benedictina de Sant Esteve e incluso en 1674 éstos expulsaron a los frailes de Sant Martirià. Una vez normalizada la situación, los servitas iniciaron la construcción de un nuevo convento, cuya primera piedra se puso en 1723. Esta construcción se prologó temporalmente y no fue hasta 1784 cuando se pudo inaugurar la nueva iglesia. Con el nuevo edificio en uso, se readaptaron algunas de las antiguas construcciones de la época capuchina, la iglesia de éstos se convirtió en portería y la antigua capilla de Els Dolors se adaptó como bodega.

Sant Martirià de Banyoles
Sant Martirià de Banyoles
Sant Martirià de Banyoles
Sant Martirià de Banyoles

En 1809 los servitas fueron expulsados de su convento por las tropas napoleónicas, el convento se fortificó y se instaló allí una guarnición. Aprovechando un momento en que aquellos soldados habían dejado el lugar, fue atacado y los edificios se derribaron para evitar su regreso y atrincheramiento. Acabada la guerra los servitas edificaron un nuevo convento en la plazoleta Dels Estudis, dentro de la ciudad, y se dedicaron a la enseñanza. Después de una expulsión temporal (1822-1823) el lugar fue abandonado definitivamente en 1835 sin haber terminado de levantar el convento. Después la casa pasó a manos públicas y tuvo varios usos, escuela, oficina de correos y finalmente se estableció el Museo Darder (1916).

Sant Martirià
San Martirià
Cabecera de un goigs
San Martirià
San Martiriano


Se considera que este personaje, que vivió hacia el siglo XIII, era natural de la Toscana, profesó como monje y llegó a ocupar el cargo de abad de su monasterio. Más adelante viajó a Oriente y finalmente se desplazó al monasterio de la Isla Gallinara, cerca de Albenga (Liguria) más adelante se convirtió en obispo de aquella diócesis. Fue venerado en esa ciudad hasta que sus reliquias se trasladaron a Banyoles, donde todavía goza de devoción.

Illa Gallinara
La isla Gallinara (Liguria)

Bibliografía:
  • ABELLAN, Joan Anton (2011). Els tres convents dels pares servites a Banyoles. Revista de Banyoles
  • ALSIUS, Pere (1872). Ensaig histórich sobre la vila de Banyoles. Barcelona: Obradors y Sulé
  • BARRAQUER Y ROVIRALTA, Cayetano (1906). Las casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX. Vol. 2. Barcelona: Imp. Fco. J. Altés
  • BASILI DE RUBÍ (1977). Un segle de vida caputxina a Catalunya. Barcelona: Caputxins de Sarrià
  • DOMENEC, Antonio V. (1630). Historia general de los santos y varones ilustres en santidad del principado de Cataluña. Girona: Garrich
  • GALLOFRÉ, Jordi (2010). La presència dels ordes religiosos a Banyoles. Miscel·lània en honor de Josep Maria Marquès. Diputació de Girona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat
  • RIART I VENDRELL, Joan (2019). Els caputxins de Banyoles: De la solemne processó d’entrada a l’assalt final del convent. Paratge, núm. 32

Situación:
Vista aèria

El convento estaba en el Puig de Sant Martirià, al norte de la ciudad. Se conservan escasos restos del establecimiento de la época de los servitas