San Andrés de Valbení era un
monasterio benedictino cuya existencia está
confirmada desde el siglo XI. En la segunda mitad
del siglo XII el lugar se encontraba en decadencia e
incluso se supone que sin comunidad. En 1165
intervino el rey Alfonso VIII que restauró
monásticamente la casa con la ayuda de Diego
Martínez, un personaje vinculado a la corte y que
más adelante también intervendría en la fundación de
Santa María de
Sandoval y Santa
María de Benevívere.
Ese mismo año, Diego Martínez puso la
casa bajo la tutela del
monasterio cisterciense de Valbuena y todo hace
pensar que él mismo ingresó en él. En 1166 Alfonso
VIII confirmó la nueva dependencia de Valbuena del
que se desvinculó en 1175. El 1186 el papa Urbano
III también dio el visto bueno de la Santa Sede a la
nueva situación. En 1226 el monasterio se trasladó
al próximo lugar de Palazuelos en unas tierras que
el monasterio había recibido en 1213, la casa cambió
de lugar y de nombre, en adelante sería conocida
como Santa María de Palazuelos.
El lugar de Valbení se convirtió en una simple
granja de Palazuelos que todavía se conoce cono
Granja de San Andrés, en el municipio de San Martín
de Valvení (Valladolid). |

Diego Martínez,
restaurador de Valvení
Grabado de su sepulcro en Benevívere, de Carlos Mújica Pérez
(siglo XIX)
Procedente de Iconografía española, de
Valentin Carderera
Gravats de Reserva/Universitat de Barcelona |