Esta casa
del Santo Sepulcro
se encuentra documentada en Toro en 1128 como una
iglesia propiedad de aquella orden. En una fecha
desconocida se instauró un monasterio con sus
dependencias anexas donde en el siglo XV tenía sede el
vicario general para los reinos de Castilla, León,
Portugal, Navarra y Galicia, estatus que mantuvo hasta
su extinción en 1489. En aquella fecha la casa pasó a
manos de la orden de
San Juan de Jerusalén, que también estaba presente
en Toro, y que mantuvo ahí un priorato. Los canónigos
del Santo Sepulcro tenían, además, muchas otras iglesias
y propiedades en la ciudad de Toro. |