La vida de este mártir,
primer obispo de Beauvais y evangelizador de
su región, está llena de datos
contradictorios según las distintas fuentes.
De origen romano, se le considera discípulo
directo de san Pedro y acompañante suyo,
nombrado obispo por el papa Clemente I
(88-97), este lo habría enviado a la actual
Francia acompañando los
siete apóstoles de la Galia. Si
consideramos que estos evangelizadores
fueron enviados por el papa FabiánFabián I (?-250)
Papa entre los años 236 y 250. Se le relaciona con los Siete apóstoles de la Galia enviados a evangelizar aquel territorio
El papa Fabiano I Ilustración del Liber Chronicarum Bayerische Staatsbibliothek a
mediados del siglo III, habría que situar en
esta época a Luciano. En la Galia habría
sido discípulo de san
Dionisio de París y fue éste quien lo
envió a Beauvais. Su actividad en este lugar
lo llevó a su persecución, se refugió en
Montmille, cerca de la ciudad donde fue
capturado, martirizado y finalmente
decapitado. De una manera paralela a la
leyenda de san Dionisio, Luciano recogió su
cabeza y atravesó el río Thérain para
quedarse en las cercanías de la ciudad,
lugar donde fue enterrado y donde más
adelante se levantaría una capilla donde
sería venerado, precedente de la
abadía de Saint-Lucien de Beauvais (Oise).
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