Encomienda de Alcañiz

Este territorio se convirtió en un espacio fronterizo, las idas y venidas de los bandos enfrentados se prolongaron en el tiempo. En 1117, Alfonso el Batallador lo conquistó, pero la ocupación no tuvo continuidad y no fue hasta 1157 cuando Ramon Berenguer IV llegó allí definitivamente, otorgándole una carta de población con privilegios a los ocupantes del castillo de Alcañiz, posiblemente levantado en el lugar del castillo actual. Aún dentro del territorio de frontera, en 1179, Alfonso el Casto hizo donación del castillo a la orden de Calatrava con la voluntad de asegurarlo, convirtiéndose en un importante centro de poder, con otros castillos que dependían de él.

A partir de estos hechos, se procedió a mejorar las defensas y remodelar distintos espacios conventuales, época en la que se decoró su interior con pinturas murales, que se conservan en buena parte. En el siglo XV, la casa sufrió una fuerte decadencia. Durante el siglo XVIII se levantó un palacio barroco, ya en el siglo XIX sufrió los efectos de una ocupación francesa (1808-14) y el 1856 pasó a propiedad pública. Tras un período de abandono, en 1968 se inauguró un parador nacional, al tiempo que comenzaba su estudio y valoración.