Este
monasterio habría sido fundado por Severo y sus
seguidores en el siglo VI. Tras ejercer de obispo de
Avranches, Severo se retiró nuevamente en este lugar
donde murió y fue enterrado. Aquel primer monasterio
estaría dedicado a la Virgen y se habría mantenido
activo hasta el siglo IX, cuando las invasiones normadas
lo hicieron desaparecer. Los vizcondes de Avranches
fundaron nuevamente aquel monasterio durante la segunda
mitad del siglo XI, donde se encontró milagrosamente el
cuerpo del santo obispo Severo, que se transportó en
Rouen. Los nuevos fundadores pusieron aquí una comunidad
seguidora de la Regla de San Benito y lo dedicaron a
Severo, el primer ocupante. Esta segunda casa quedó muy
afectada a causa de la guerra de los Cien Años, que tocó
esta región el 1356. Con la revolución desapareció el
monasterio, el lugar tuvo usos industriales hasta que se
recuperó el culto en la iglesia, ahora parroquia. Se
conserva su iglesia, una construcción del siglo XIII muy
modificada, a su lado se encontraba la antigua iglesia
parroquial de la que sólo se conserva el campanario. |
|