El 1320,
Thierry de Hérisson, consejero de la condesa Matilde de
Artois, fundó la cartuja de Val Saint-Esprit en Gosnay,
lugar donde tenía una residencia o castillo. A su muerte
(en 1328) la condesa, siguiendo su voluntad, continuó
esa tarea, al tiempo que fundó en un lugar muy cercano
la cartuja femenina de Mont-Sainte-Marie. Después de
unos años difíciles, en 1346 esta casa se había asentado
y participó en la fundación de una nueva cartuja
femenina en Brujas. Los condados de Artois y de Borgoña
continuaron protegiendo este lugar, en este sentido, en
1373 Margarita I de Borgoña (y también condesa de
Artois) dotó económicamente las dos cartujas para
asegurar su mantenimiento. |
Restos de la cartuja de
Mont-Sainte-Marie, en Gosnay |
Cartujas
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Durante las épocas de inestabilidad causadas por las
guerras que afectaron este territorio entre los siglos XVII y XVIII
la cartuja y la misma comunidad sufrieron sus consecuencias,
refugiándose ocasionalmente en la casa que tenían en Béthune.
Mont-Sainte-Marie se mantuvo activo hasta la Revolución, cuando la
comunidad se tuvo que dispersar, en 1794 murió ejecutada la priora.
El lugar pasará a manos particulares, después de la destrucción de
buena marte de las estructuras monásticas se convirtió en una
residencia, después todavía se utilizará para viviendas de obreros
perteneciente a una explotación minera. Se conservan algunos restos
de las construcciones de época cartuja. |
Cartuja de Mont-Sainte-Marie |