Se trata
de una abadía cisterciense femenina fundada en época del
obispo de Langres Guillenc de Aigremont (1125-1136) e
impulsada por los señores de Achey y los de Coublanc. La
abadía de Notre Dame de Tart (Côte-d'Or) también
intervino en la creación de la nueva casa, lo que se
produjo probablemente entre los años 1126 y 1127. La
primera abadesa fue Petronila de Coublanc, quizás
hermana de los fundadores que también se encargaron de
dotar económicamente la nueva casa. En 1147 el papa
Eugenio III otorgó una bula donde tomaba la casa de
Belmont bajo su protección. Honorio III emitió también
una bula en 1222 en la que confirmaba los bienes del
monasterio. |
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Fue un
monasterio modesto, con dependencia de la casa madre de Tart,
después de unos años de cierta prosperidad durante el siglo XIV
sufrió los efectos de las guerras que afectaban a la región, hechos
que se vieron agravados a causa de la peste. A la sombra del
monasterio se formó un pequeño núcleo de población. Aún tendría que
sufrir la destrucción de la abadía del 1569 y nuevamente en 1636 lo
que obligó a las monjas a dejar la casa que quedó abandonada hasta
su regreso, en 1642. La casa se restauró en los años siguientes y en
el siglo XVIII, pero la Revolución acabó con la vida monástica en
este lugar entre el 1790 y 1792. |
La abadía de Belmont
Ilustración de L'abbaye Royale de Belmont |