La iglesia de Santa María de Lluçà tiene su origen en la reorganización territorial llevada a cabo en un espacio fronterizo entre las tierras en manos islámicas y las que ya se habían recuperado. Esta organización tenía una base militar y el castillo de Lluçà formaba parte importante de aquella línea defensiva.
Patio al sur del claustro
El castillo de Lluçà está documentado desde el 905, fecha de la consagración de la iglesia de Santa María. Todo apunta que la bendición se hizo a consecuencia de una reconstrucción de una capilla anterior, tal vez del siglo IX. La iglesia adquirió cierta importancia en la comarca y en un momento indeterminado se decidió establecer allí una comunidad de canónigos. Es seguro que en 1150 no había ninguna comunidad en la iglesia y que en 1168 estaba ya en funcionamiento. Posiblemente se fundara hacia el 1154. Se sabe que el establecimiento se regía por la Regla de San Agustín. En 1192 se puso el priorato de Lluçà bajo la protección de Santa Maria de l'Estany.
A finales del siglo XIII es cuando la comunidad alcanzó su máximo esplendor, esta era relativamente numerosa y tenía cuidado de la propia iglesia y de algunas más, dispersas por los alrededores. El siglo siguiente es el del declive, la comunidad se había reducido a la mínima expresión. Esta decadencia se profundizó con los priores comendatarios, canónigos de otros lugares que no tenían residencia en Lluçà. A comienzos del siglo XVI, había dejado prácticamente de existir, a mediados del mismo siglo se habla del estado de ruina de los edificios. En 1609 se unió al capítulo de los canónigos de Barcelona, que continuó manteniendo la iglesia con un rector, que la cuidó hasta el 1849. A partir de la desamortización pasó a parroquia, ya sin dependencia de Barcelona.
Restos de la bodega
Fachada de la iglesia
El edificio actual no es el que se fundó el 905. Por sus características, se cree que la iglesia pertenece al siglo XII, tal vez cuando se instituyó la canónica. Originariamente la iglesia tendría una única nave encabezada por un gran ábside, con crucero rematado por dos ábsides más. Aquel edificio sufrió los efectos de los terremotos del siglo XV, que también afectaron otras dependencias del monasterio. Tanto la fachada como el campanario son obras posteriores, al igual que el absidiolo del lado del campanario, que también se perdió, posiblemente por el terremoto. Ha sido restaurada durante el siglo XX.
El claustro es pequeño y de planta irregular. No está documentada su construcción pero todo hace pensar que sea de la misma época que la iglesia actual (siglo XII). Tiene una gran variedad de elementos decorativos, muy interesantes, tanto en los mismos capiteles como en los respectivos ábacos. Tiene un total de 22 piezas distribuidas en las cuatro galerías, de las que se han perdido dos capiteles. En el claustro se conservan dos sepulcros góticos, el primero perteneciente al canónigo Bernat de Merlès, posiblemente del siglo XIII. El segundo pertenece al canónigo Ramon de Casovers, fallecido en 1395.
El claustro
Herrajes del portal
Interior de la iglesia
En 1954 se descubrieron importantes restos de decoración mural en el interior de la iglesia, que ahora se han arrancado y se guardan en unas salas anexas del antiguo monasterio. Son obra del siglo XIV. Se conservan dos grandes paneles, el primero con escenas de la vida de Cristo y el segundo con las correspondientes a la vida de san Agustín. Entre estas composiciones se situaba un gran Pantocrátor. Hay otros fragmentos menores: uno con un ángel de la Anunciación, el segundo muy deteriorado, con un san Jorge y el dragón, y el tercero, de difícil identificación, con dos personajes ante un altar bajo el escudo de los Serra , quizás relacionados con la familia de los donantes, que no lucen nimbo. En diversos espacios de los murales se ven escudos de la familia Serra. Hay que tener el cuenta que un tal Ponç sa Serra fue prior del monasterio entre el 1348 y 1372, lo que hace pensar que la realización de la obra tuviera alguna relación con él.
Pinturas murales
Pantocrátor
En cuanto al mobiliario litúrgico y otros elementos decorativos, hay que destacar los importantes herrajes de la puerta principal, muy bien conservados. En la capilla lateral, donde estaba el absidiolo perdido, se conserva una muestra de piezas de orfebrería y objetos litúrgicos.
En el Museu Episcopal de Vic se conserva el altar de madera, pintado en época románica, con tres plafones espléndidamente decorados.
En el mismo museo se conserva también una cruz de altar pintada, de la misma época.
Altar y cruz
Museu Episcopal de Vic
Colección particular
- GAVÍN, Josep M. (1984). Inventari d'esglésies. Vol. 15. Osona. Barcelona: Arxiu Gavín
- PLADEVALL I FONT, Antoni (1974). El monestir de Santa Maria de Lluçà. Granollers: Ed. Montblanc-Martin
- PLADEVALL I FONT, Antoni (1984). Catalunya romànica. Vol. II. Osona I. Barcelona: Enciclopèdia Catalana
- PLADEVALL I FONT, Antoni (1997). Santa Maria de Lluçà. Antiga canònica agustiniana. Pladevall
- PLADEVALL I FONT, Antoni (2006). Els canonges de Santa Maria de Lluçà. Parròquia de Santa Maria de Lluçà
Lluçà se encuentra al norte de Prats de Lluçanès, entre Vic y Gironella