El monasterio de clarisas de Santa Catalina se estableció, en 1234, a extramuros de la ciudad de Zaragoza con la aprobación del papa Gregorio IX. La fundación contó con el apoyo de la casa real, que la dotó para garantizar su subsistencia. Fue una casa prestigiosa en la que ingresaban mujeres de la nobleza, llegó a tener una comunidad muy numerosa. Como el resto de las casas monásticas de la ciudad, sufrió especialmente los efectos de la guerra de la Independencia, en 1808. Las dependencias monásticas fueron reformadas profundamente en 1928.
Bibliografía:
- GÁLVEZ, Juan (1814). Ruinas de Zaragoza. Cádiz : Academia de Bellas Artes
- LACARRA, José Mª; i altres (1976). Historia de Zaragoza, I. Edades Antigua y Media. Ayuntamiento de Zaragoza
- SÁNCHEZ, Cayetano; PRADA, M. Fernanda (1996). Reseña histórica de los monasterios de clarisas de España y Portugal. Vol. 1. Ávila: Hermanas Clarisas de España