Monasterio de Santa Clara de Aguilar de Campoo

A causa de haber dejado a sus respectivas comunidades sin la pertinente autorización, la casa no fue reconocida e, incluso, las monjas fueron excomulgadas. En 1473, una bula del papa Sixto IV (1473) reconoció a la comunidad, levantando la excomunión y oficializando la fundación, convirtiéndolo en un monasterio de clarisas. Diez años después de la fundación, y viendo que las condiciones de habitabilidad del establecimiento monástico no eran las idóneas para llevar adelante su actividad, se tomó la decisión de trasladarse a Aguilar, en el mismo establecimiento que entonces ocupaba una comunidad de franciscanos.

Las monjas pudieron quedarse en el monasterio, pero sufrieron la expropiación de sus bienes, de donde obtenían los ingresos necesarios para su subsistencia. Otra medida adoptada fue la de prohibir que ingresaran nuevos miembros en la comunidad. Siguiendo la política desamortizadora, en 1870 se clausuró temporalmente el convento de Aguilar, las monjas le abandonaron para trasladarse al monasterio de Astudillo (Palencia) y el lugar quedó cerrado. Pudieron regresar al lugar de origen poco después, en 1872. También sufrió los efectos de la guerra Civil, sin embargo, la casa mantiene su actividad monástica en este lugar.