Esta es
una fundación promovida por Hildegarda de Sélestat que
hizo construir la iglesia del Saint-Sépulcre, una
rotonda levantada hacia el 1082-1084 según el modelo de
su homónima de Jerusalén. En 1094 formalizó la donación
de aquel lugar en la
abadía de Santa Fe de Conques con el fin de
establecer un priorato dependiente de aquella casa
occitana, muy alejada de Sélestat y que en aquella época
se encontraba en pleno apogeo bajo el abadiato de Begon
III (1087-1107). Además de la iglesia, la donación
incluía los terrenos necesarios para construir el
priorato. Después siguieron otras donaciones y en 1107
el papa Pascual II confirmaba todas aquellas posesiones.
La casa madre de Conques envió los monjes que se
establecieron en el priorato, una pequeña comunidad que
nunca se integró plenamente en el territorio,
culturalmente muy diferente. |
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Con el
paso del tiempo, la lejanía con la casa madre y la creación de una
parroquia en la villa ensombreció el desarrollo del priorato
perdiendo algunos de los derechos que tenía desde su fundación. La
entrada de priores comendatarios (1424) no ayudó a su recuperación,
en aquella época la comunidad era de seis monjes venidos del sur. En
1525 sufrió con la guerra de los Campesinos y el 1539, en plena
decadencia, el priorato fue secularizado. En 1615 Sainte-Foy pasaba
a manos de los jesuitas, que se mantuvieron en este lugar hasta el
1765. La rotonda inicial pronto resultó demasiado pequeña para el
priorato y hacia el 1160 se levantó una nueva iglesia de dimensiones
importantes, un edificio que se mantuvo hasta que los jesuitas
hicieron intervenciones para adaptarla al gusto barroco de la época.
El edificio se restauró durante el último cuarto del siglo XIX con
una intervención poco respetuosa con su historia recreando algunos
espacios y elementos decorativos. |
Sainte-Foy de Sélestat |