La abadía cisterciense
de La Grâce-Dieu fue fundada y dotada en 1139 por
Richard II, señor de Montfaucon y después también de
Montbéliard con la intervención de la casa de Rougemont.
La nueva abadía era hija del
monasterio de La Charité (Alto Saona) que se encargó
de aportar su primera comunidad bajo la dirección de
Gauthier, el primer abad. El 1147, Humbert, arzobispo de
Besançon, le confirmaba los bienes, el 1156 Federico I
Barbarroja otorgó un diploma en el mismo sentido y en
1196 hacía lo mismo a su hijo y sucesor, Enrique VI. El
1339 y otra vez en 1367 La Grâce-Dieu sufrió ataques en
el marco de la guerra de los Cien Años, a consecuencia
de los cuales resultó muy afectado, con la destrucción
de buena parte del complejo monástico y la pérdida de
bienes muebles y archivos que obligó a la comunidad a
abandonar el lugar. Todo ello hizo que la restauración
fuese costosa y larga en tiempo, la comunidad regresó al
monasterio en 1383 pero la restauración aún no había
terminado y nunca llegaría a recuperar por completo. |
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En 1475
sufriría un nuevo episodio de saqueo y aún después en varias
ocasiones durante los siglos XVII y XVIII lo que conllevó su
decadencia y el relajamiento de las costumbres. En 1710 tuvo su
primer abad comendatario, durante este siglo se llevaron a cabo
obras de reconstrucción del complejo monástico. También sufrió un
ataque y saqueo donde murieron algunos religiosos. La Revolución
acabó con la vida monástica en este lugar y en 1790 los monjes
abandonaron el monasterio y poco después ya se había subastado. Se
instaló una fundición pero en 1844 los trapenses pudieron adquirir
el lugar y procedieron a su restauración, paso imprescindible debido
al mal estado de conservación tras las últimas afectaciones. La
nueva comunidad tomó posesión del lugar en 1849. Ya en el siglo XX
llegó una comunidad cisterciense femenina y ahora el lugar lo ocupa
una comunidad de Donum Dei, del tercer orden carmelita. |
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