En este
lugar se estableció un modesto priorato dependiente de
la abadía de
Saint-Médard de Soissons (Aisne). En el año 887, el
monarca carolingio Carlos III el Gordo entregó el lugar
de Donchery a aquel monasterio, que poco antes había
sufrido su destrucción a causa de una incursión
normanda. Seguramente Donchery debía servir de refugio
para los monjes de Soissons pero tampoco resultó seguro.
La iglesia se dedicó a san Onésimo, obispo de Soissons,
después sufrió varias destrucciones con el paso del
tiempo y el edificio actual es básicamente del siglo
XVI, restaurado tras resultar afectado en el transcurso
de la Primera Guerra Mundial. |
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