Adremarus,
o Arremar, era un sacerdote que se retiró al bosque para
practicar la vida en solitario, lugar donde después se
fundó una celda dedicada a San Pedro. Con la aprobación
del obispo Adalbert de Troyes (837 a 845), Alerán I,
conde de Troyes (837-852) y de Barcelona (849-852) le
dio aquel lugar, la carta de fundación del monasterio de
Adremarus (más adelante Montiéramey) es del año 837. El
855 la fundación fue aprobada por el papa León IV,
entonces el monasterio era conocido con el nombre de
Montier-Adremare, de donde derivó el nombre de
Montiéramey. Carlos el Calvo (864) confirmó los bienes
de la casa. Carlomán II confirmó nuevamente las
donaciones (en 883), al tiempo que le otorgaba el
derecho de elección de sus abades según la Regla de San
Benito y sin la intervención de los condes de Troyes. |
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La abadía
guardaba las reliquias de san Víctor de Plancy. Gracias a la
protección real de la que disfrutó, se convirtió en un centro de
importancia tanto por la propia actividad monástica como por su
patrimonio. Durante el siglo XIII la abadía fue reconstruida,
ampliándola para dar cabida a la numerosa comunidad y modificando su
emplazamiento inicial. En 1655 esta casa se integró en la
congregación benedictina de Saint-Vanne. En la misma época la abadía
se volvió a reconstruir. Con la Revolución fue suprimida y sus
bienes vendidos. Hoy todavía se conservan construcciones de los
siglos XVII y XVIII. La iglesia parroquial de
Notre-Dame-de-l'Assomption es la antigua iglesia de la primera
abadía, anterior al traslado, ahora muy modificada. |
Inicial "Q"
Ilustración del Breviarium ad usum monasterii Arremarensis
Procedente de Montiéramey
Bibliothèque nationale de France |