Los
frailes menores llegaron a Santarém en 1242 gracias a la
intervención de Sancho II, rey de Portugal entre el 1223 y 1247.
En 1338 el convento fue víctima de un incendio lo que obligó a
su reconstrucción casi total. Fernando I de Portugal (1367-1383)
se hizo cargo de las obras y dispuso aquí su propia sepultura.
En aquella época se construyó el coro, elevado en medio de la
nave de la iglesia. A partir del 1530 se convirtió en hospital
provincial de la orden franciscana. Se convirtió en un
establecimiento monástico importante y el número de miembros de
la comunidad era elevado. Fue extinguido en 1834, momento en que
el lugar fue destinado a cuartel. Tras una época de abandono, el
conjunto conventual se excavó y restauró a partir de la segunda
mitad del siglo XX. |