Santo Domingo de Silos, abad

Domingo (1000-1073) era natural de Cañas (La Rioja), tras ser ordenado sacerdote, se retiró un tiempo para practicar el eremitismo hasta que, hacia 1030, adoptó la vida comunitaria e ingresó en el monasterio de San Millán de la Cogolla en calidad de monje. En esa primera época restauró la casa monástica que San Millán tenía en Cañas, donde él mismo se habría formado, y que se encontraba en plena decadencia. También tuvo el cargo de prior de San Millán en una época de pleno esplendor, hasta que, tras un enfrentamiento con García Sánchez III de Pamplona, fue enviado a una ermita en tierras de Castilla.

Relacionado con:

• Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos)
• Monasterio de San Millán de Suso (La Rioja)

Con el apoyo de Fernando I el Magno, se encargó de la restauración del monasterio de San Sebastián de Silos, entonces en decadencia, donde impulsó la renovación monástica y también material del sitio, con la construcción de una nueva y amplia iglesia, además de la reestructuración de otras dependencias monásticas. También impulsó el escritorio y biblioteca de la casa, del que se han conservado valiosas muestras, como el Beato de Silos, elaborado con posterioridad. Se le atribuye también actividad taumatúrgica, murió en olor a santidad en 1073 y su lugar de entierro, en el mismo monasterio, se convirtió en un espacio de devoción y objetivo de los peregrinos, poco a poco San Sebastián de Silos cambiaría la advocación por la de Santo Domingo de Silos. Muchos prisioneros liberados se acercaban al sepulcro del santo y dejaban allí, a modo de exvoto, cadenas representativas de su cautiverio. Silos reunió una gran cantidad de ellas, recientemente se forjaron varias rejas empleando buena parte de las piezas conservadas.