La historia de San Benito de
Aizenay confunde la de dos personajes con el
mismo nombre, el primero era Benito, obispo
de Samaria (Palestina) que habría llegado a
la Galia en compañía de san Viventius el
siglo IV, en la época del obispo de
Poitiers, san Hilario, con quien se
relacionaron. El segundo sería el obispo de
Poitiers de este nombre, que vivió en la
segunda mitad del siglo VIII. Se considera
que San Benito fue enterrado en el lugar de
Aizenay (Vendée) y alrededor de su tumba se
levantaría un monasterio. En el lugar donde
actualmente se levanta la iglesia de
Saint-Benoît de Aizenay (de comienzos del
siglo XX) se ha encontrado una necrópolis de
los siglos VI y VII. Sus restos se habrían
trasladado a
Saint-Benoît de Quinçay el siglo XI,
cuando se restauró aquella abadía.
|