Este convento se encuentra mencionado por primera vez en 1247 en una bula del papa Inocencio IV, sus noticias son escasas, también se conoce una bula del año 1413, otorgada por el papa Benedicto XIII. En época medieval se levantó un convento mudéjar del que no hay restos, aunque se han podido deducir algunas de sus características gracias a los trabajos arqueológicos realizados.
El edificio conventual de la primera época se modificó durante los siglos posteriores, especialmente a partir del último cuarto del siglo XV, en 1476, Beltrán de la Cueva (c1435-1492), primer duque de Alburquerque, obtuvo el visto bueno de los frailes menores para levantar una capilla funeraria que modificó la iglesia gótica, obras que continuaron otros miembros de esta casa ducal en otras dependencias del convento. En el siglo XVIII el edificio empezaba a sufrir carencias estructurales y amenazaba ruina, entre 1736 y 1739, la comunidad tuvo que abandonarlo, mientras se llevaban a cabo los trabajos de restauración. En 1773, todavía se vio afectado a causa de una riada.
Ya en el siglo XIX, y como las demás casas monásticas, sufrió los efectos de las inestabilidades políticas y sociales que afectaron al territorio, sufrió un saqueo en 1809 a causa de la guerra de la Independencia. Después de recuperarlo, los frailes se mantuvieron aquí hasta la exclaustración definitiva y cierre, en 1835. Le siguió un largo período de abandono y también sirvió de cárcel, pero la iglesia todavía pudo recuperar el culto en 1856, después de una restauración, pero en 1871 se cerraba definitivamente. En el siglo XX, después del desmantelamiento de los sepulcros, el lugar se utilizó para actividades industriales. A finales de ese siglo comenzó la recuperación de sus restos y su estudio.
Los sepulcros de los duques de Alburquerque
Debido al abandono que sufría, en 1912 los restos de los duques de Alburquerque se trasladaron, a la iglesia del monasterio de Santa Clara. También se desmontaron los sepulcros de alabastro de los miembros de la casa de Alburquerque, el de Beltrán de la Cueva se dispersó en varios lugares, el de Mencía Enríquez de Toledo (segunda esposa del anterior) y el del obispo Gutierre de la Cueva (hermano de Beltrán) están ahora en la Hispanic Society of America, el de Francisco Fernández de la Cueva (hijo de Bertrán y su primera esposa Mencía de Mendoza) prácticamente se ha perdido..
Elementos del sepulcro de Beltrán de la Cueva
Museo de Escultura de Valladolid
Fotografía de Wikimedia
Sepulcro del obispo Gutierre de la Cueva, aún in situ
Fotografía: Acerca de los sepulcros de alabastro...
El obispo Gutierre de la Cueva
Hispanic Society of America
Fotografía de Sailko, en Wikimedia
Sepulcro de Mencía Enríquez de Toledo
Hispanic Society of America
Fotografía de Sailko, en Wikimedia
Fotografía del Catálogo monumental de la Provincia de Segovia (c. 1923)
- ANTORÁN, Guiomar (2021). El panteón familiar de los Duques de Alburquerque en el Convento de San Francisco de Cuellar (Segovia). Trabajo de Fin de Grado. Universidad de Salamanca
- AREVALILLO, Ismael (2020). Convento de San Francisco, acerca de las fundaciones religiosas en el Convento de San Francisco (Cuéllar, Segovia), desde el siglo XIII hasta 1835. Estudios del Patrimonio Cultural, ISSN-e 1988-8015, núm. 18
- MARCOS, Miguel Angel (1998). Acerca de los sepulcros de alabastro de la iglesia del convento de San Francisco de Cuéllar (Segovia). Boletín del Museo Arqueológico, vol. 16
- MISIEGO, Jesús Carlos; i altres (2014). El monasterio de San Francisco de Cuéllar (Segovia). Aproximación a su evolución histórica
En el centro de Cuéllar