Esta casa franciscana se fundó en Mondéjar gracias a la voluntad de Íñigo López de Mendoza (1440-1515), primer marqués de Mondéjar y segundo conde de Tendilla, quien, en 1487, logró una bula del papa Inocencio VIII autorizando la fundación.
La construcción habría empezado poco después, en la obra colaboró económicamente su hermano, Diego Hurtado de Mendoza, obispo de Sevilla, pero el grueso de la construcción la impulsó el hijo del fundador, Luis Hurtado de Mendoza (1489-1566), que seguramente se extendería hasta mediados del siglo XVI. De ese convento se conservan las ruinas de la iglesia, ahora consolidadas, que todavía muestran parte del trabajo escultórico, especialmente en la portada de la iglesia, seguramente obra del arquitecto Lorenzo Vázquez. La casa conventual sufrió una ocupación militar durante la guerra de la Independencia, que la afectó. En 1836, una vez suprimido el convento, el lugar fue expoliado y los restos se fueron perdiendo, aún en 1916 buena parte de sus muros se utilizaron para la construcción de una plaza de toros, a pesar de su protección (1923), no fue hasta el año 2014, cuando el Ayuntamiento compró los restos de la iglesia y se procedió a la consolidación y restauración de los mismos.
- HERNÁNDEZ, María Cristina (2015). Nuevas aportaciones a la historiografía del convento de San Antonio en Mondéjar (Guadalajara). BSAA, núm. 81
- HERRERA, Antonio (1974). Monasterios y conventos en la provincia de Guadalajara. Guadalajara: I.C. Marqués de Santillana
- MARTÍN, Juan Manuel (2005). Arquitectos y mecenas del Renacimiento en España. Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, núm. 36
- SALAZAR, Pedro de (1612). Crónica y historia de la fundación y progresso de la Província de Castilla. Madrid: Imprenta Real