Los dominicos llegaron a Lugo en 1274 desde Santiago de Compostela, gracias a la iniciativa del obispo Fernando Arias, que ocupó la sede episcopal entre los años 1270 y 1276. A pesar de la oposición inicial de una parte de los estamentos eclesiásticos de la ciudad, en 1277 obtuvieron el visto bueno del papa Juan XXI y, más adelante, el del nuevo obispo.
Después de utilizar una capilla provisional, consiguieron los terrenos necesarios para levantar el convento y la iglesia. A finales del siglo XIII, la construcción ya estaba lo suficientemente avanzada como para permitir el establecimiento de un colegio. En 1303 se empezó a edificar la iglesia con la colaboración de la familia Aguiar. Pedro López de Aguiar (c. 1314-c. 1400), fraile de este convento, contribuyó a su construcción y en 1349 fue nombrado obispo de esta diócesis. Los trabajos para levantar la iglesia se llevaron a cabo, en su mayor parte, entre los años 1350 y 1390.
Más adelante, durante los siglos XVII y XVIII, se realizaron reformas importantes que modificaron el conjunto conventual. Los dominicos ocuparon el convento hasta la exclaustración, tras la cual se estableció un hospital, y desde 1840 está ocupado por una comunidad de monjas agustinas. La iglesia conserva parcialmente elementos de la época gótica, especialmente la cabecera y la puerta de entrada, que se encuentra debajo de un porche del siglo XVIII.
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- LÓPEZ, F. Juan (1613). Historia general de Sancto Domingo, y de su orden de predicadores. Tercera parte. Valladolid: D. F. de Cordova
- PARDO VILLAR, Aureliano (1936-1945). El convento de Santo Domingo de Lugo. Notas históricas. Boletín da RAG, núm. 263, 273, 281-284
- RAÍCES NÚÑEZ. Mª. Luisa (1983). La sillería del Coro de Santo Domingo de Lugo. Boletín do Museo Provincial de Lugo, núm. 1