Encomienda hospitalaria de Portomarín
Encomenda de Portomarín / Santa Mariña / San Nicolao / San Xoán / Portu Marino / Pontem Minei
(Portomarín, Lugo)
Gracias a su situación estratégica, Portomarín era, durante la edad media, un punto clave en el Camino de Santiago. Se encontraba junto a un puente sobre el río Miño, una obra de origen romano que fue reconstruida en el siglo XII. En este lugar se levantaron dos monasterios femeninos: el de San Salvador y el de Santa Mariña. Éste último, documentado desde el año 922, era de propiedad real en el siglo XII. En 1102 ya pertenecía a la infanta Urraca de León (1081-1126).
En 1158, su nieto, Fernando II (1137-1188), cedió Santa Mariña a la orden de San Juan de Jerusalén, junto con otros bienes que se sumaron a las propiedades que los hospitaleros ya poseían en este lugar gracias a una donación previa de Alfonso VII, padre de Fernando II. Los hospitalarios mantuvieron un hospital de peregrinos en este punto estratégico del camino y, además, construyeron la iglesia de San Nicolao, también conocida como San Xoán. Asimismo, gestionaban otros hospitales en varias localidades.
La encomienda hospitalaria de Portomarín se convirtió en un centro importante gracias a las donaciones de tierras, iglesias y otros bienes recibidos a lo largo del tiempo. Entre los benefactores destacaron figuras poderosas como el rey Fernando III, que en 1232 contribuyó a agrandar su patrimonio. Delante de la iglesia de San Nicolao se levantaba la casa de la encomienda, construida hacia 1475 por el comendador Juan Piñeiro, según consta en una inscripción procedente de la fachada, que se conservaba en el lugar hasta que el pueblo quedó sumergido por las aguas del pantano de Belesar a partir de 1955.
En la parte posterior de la iglesia se hallaba el hospital de peregrinos, un edificio construido a inicios del siglo XVI por otro comendador también llamado Juan Piñeiro. Esta construcción fue derribada en 1944. Cuando la antigua villa de Portomarín desapareció bajo las aguas, la iglesia de San Nicolao fue trasladada y restaurada en el nuevo emplazamiento del pueblo. Se trata de un edificio de una sola nave con un ábside semicircular. Tiene aspecto de fortaleza, debido a las almenas que coronan la construcción y su considerable altura. La iglesia cuenta con tres portales decorados y dos rosetones: uno en la fachada de poniente y otro sobre el ábside. El edificio puede datarse entre los siglos XII y XIII.
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