El origen del monasterio de Santa Cristina está lleno de dudas e incógnitas, se han dado fechas diferentes para situar su fundación. Probablemente haya que situarla hacia el siglo X, época en la que seguía la regla de San Fructuoso que más tarde sería sustituida por la de San Benito. Se conocen abades de Santa Cristina desde el siglo X, después se empiezan a encontrar donaciones a su favor y, más adelante privilegios reales, el más antiguo conservado es de Fernando III de León y Castilla (1231), aunque hay referencias de otros anteriores.

En el siglo XV la casa comenzaría una época de decadencia, con abades comendatarios, que acabaría en 1517 con una bula de León X que formalizaba su extinción e integración en Santo Estevo de Ribas de Sil como simple priorato limitado a la administración de las rentas de su demarcación. En esta época se llevaron a cabo obras de mejora de las dependencias que se encontraban en estado de ruina. En el siglo XVIII volvió a pasar por una nueva época de decadencia hasta que ya en el siglo XIX sufrió exclaustraciones temporales y la ya definitiva de 1835, cuando el lugar quedó abandonado y en ruina.