Esta dependencia
de la abadía de Claraval (Aube)
en Dijon tiene su origen en la necesidad de facilitar el acceso de
los representantes de los diferentes monasterios de la orden a los
Capítulos Generales que se celebraban anualmente en
Cîteaux, el gran número de casas
vinculadas a Claraval aconsejó dar alojamiento en un lugar adecuado
a los asistentes de su rama (alrededor de 300) que procedían de la
zona norte de Cîteaux. En 1190 Claraval recibió un conjunto de
terrenos en Dijon que se fueron ampliando en los decenios siguientes
llegando a ocupar un gran espacio ajardinado con casas y elementos
auxiliares tales como bodegas y almacenes de víveres, además de
extensos viñedos de donde abastecerse. También tenía una capilla que
debido a la oposición de las parroquias de la ciudad sólo podía
celebrar para los ocupantes de la casa. Su situación llegaría a ser
equiparable a una granja cisterciense, destinada a la producción y
comercialización de productos agrarios, vino especialmente. En el
siglo XIII llegaría la época de máxima expansión de la casa. En 1792
se vendió a raíz de la Revolución y se urbanizó, el complejo era de
gran tamaño pero los restos actuales son limitados, básicamente un
edificio de dos plantas con dos naves separadas por columnas. |
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