Este
monasterio tendría su origen en una capilla construida
por Clodoveo I para conmemorar su victoria contra los
visigodos en la batalla de Vouillé (507) más adelante
llegarían a Tours monjes procedentes de Auvernia
atraídos por la devoción a
san
Martín, uno de los primeros obispos de la ciudad. En
época del episcopado de Gregorio de Tours (573-593) este
les entregó unas reliquias del mártir san Julián de
Brioude, Gregorio menciona que la casa estaba dedicada a
Saint-Maurice y que a raíz de la llegada de las
reliquias, se dedicó a Saint-Julien. Aquel
establecimiento se perdió, o quedó profundamente
afectado, a causa de una invasión de los vikingos el
853. La restauración llegó a la época del arzobispo
Théotolon (931-945) quien con la colaboración de su
hermana proveyó los fondos necesarios para la
reconstrucción del lugar, Théotolon mantenía una fuerte
vinculación con Cluny y había intervenido junto a
Odón
de Cluny en los primeros tiempos de la casa
borgoñona. Hacia el 945 se consagró la iglesia
monástica. Odón de Cluny murió el 942, Théotolon el 945,
ambos fueron enterrados en Saint-Julien. La
abadía de Preuilly (Indre y
Loira) dependió en sus inicios de esta casa. |
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Aquella
iglesia se reconstruyó totalmente en 1080 pero tuvo una vida
relativamente corta ya que en 1224 quedó muy dañada a causa de una
tormenta, en 1240 se trabajaba otra vez en su reconstrucción, una
obra ya gótica. En los siglos siguientes se fueron levantando nuevas
construcciones que completaron la creación del monasterio. En 1540
llegó el primer abad comendatario y poco después (1562) la casa se
vio afectada por las guerras de Religión. En 1637 pasaba por una
época de fuerte decadencia cuando se incorporó a la congregación de
Saint-Maur que mantuvo su estatus hasta en 1735, más adelante iría
perdiendo sus derechos para acabar con su supresión definitiva en
1790, con la Revolución. Con su venta pasó a manos particulares y la
misma iglesia tuvo funciones diversas hasta que en 1859 recuperó el
culto, esta vez con funciones parroquiales. El lugar fue víctima de
las bombas durante la Segunda Guerra Mundial, después vendrían las
restauraciones, hasta épocas recientes. |
Saint-Julien de Tours
Grabado núm. 164 del Monasticon Gallicanum
Bibliothèque nationale de France |