Este monasterio fue fundado entre los años 630 y 634 por
el venerable Adón, hermano de san Audoeno obispo de
Rouen, se trataba de un monasterio doble, con una
comunidad femenina y otra masculina. Adón hizo venir a
su prima Telchilda, que puso al frente del monasterio
femenino. Debió tener un desarrollo rápido porque el 658
envió a la monja Etheria como primera abadesa de
Notre-Dame de Soissons
(Aisne) y hacia el 660 facilitó una comunidad de
monjas a la abadía de Chelles
(Sena y Marne) encabezada por el abadesa Bertile.
Inicialmente debía ser una casa seguidora de las
costumbres de
san
Columbano (c540-615). Además de las dependencias
monásticas para ambas comunidades, el recinto monástico
disponía de tres iglesias: la de Notre-Dame para las
monjas, la de Saint-Pierre para la masculina (a partir
del siglo VIII ocupada por la comunidad de clérigos y
más adelante dedicada al servicio parroquial) y la
Saint-Paul y Saint-Martin como iglesia funeraria, de la
que se conservan las criptas de Saint-Ebrégésile y
Saint-Paul, con enterramientos de varios personajes de
la época. |
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En el siglo VIII la casa pasaba por un período de
relajación de las costumbres además de ser víctima de las
interferencias del poder real. La comunidad monástica masculina fue
sustituida por otra de clérigos que tenían cuidado del servicio a
las monjas y que permanecía bajo la autoridad de la abadesa. En
1427, durante la guerra de los Cien Años, la iglesia antigua quedó
destruida y se tuvo que levantar de nuevo, también la afectaron las
guerras de Religión, en 1572 la abadesa abrazó el protestantismo y
huyó. A comienzos del siglo XVII se recuperó, tanto en cuanto a la
regularidad como también en lo económico, lo que le permitió llegar
a la época revolucionaria con una comunidad de cincuenta monjas, que
fue suprimida.
Con la Revolución la iglesia monástica que había sido
reconstruida en la época románica y luego en el siglo XVII fue
derribada en 1792. En 1821 algunas de las antiguas monjas pudieron
regresar y comprar parte de los bienes expropiados, en 1837 fue
designada la primera abadesa de la nueva etapa de restauración de la
vida monástica. En 1860 se edificó una nueva iglesia, pero en 1903
las monjas tuvieron que abandonar el lugar, que durante la Primera
Guerra Mundial se convirtió en un hospital militar. La comunidad
monástica se recuperó nuevamente en 1919. De la antigua abadía se
conserva la torre medieval adosada a la iglesia reconstruida, las
dependencias del siglo XVIII, la iglesia de Saint-Pierre (s XV-XVI)
además de las criptas antiguas bajo la desaparecida iglesia
funeraria. |
Abadía de Jouarre
La iglesia actual (s XIX) |