El origen
de la abadía está tradicionalmente vinculado a la figura
de san Salvio, un personaje originario de este
territorio que se hizo monje y fundó este monasterio,
dedicado originalmente a la Virgen y de donde fue abad.
Hacia el año 600, a la muerte del obispo san Honorato de
Amiens, Salvio (Salvius, Salve o Saulve) fue elegido
para sucederle. Durante su pontificado descubrió y
dignificó las reliquias de san Fermín. Cuando murió,
hacia el 615, su cuerpo fue enterrado en Saint-Acheul de
Amiens, pero hacia el 695 se trasladó al monasterio
fundado por él que en adelante tomaría el nombre de
Saint-Saulve. |
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Entre los años 914 y 936 esta casa sirvió de refugio
a los monjes de la abadía de
Saint-Guénolé de Landévennec (Finisterre) fugitivos de las
invasiones normandas que afectaron a su monasterio, de ahí que
también se conozca esta casa con la advocación de
Saint-Walloy
(Guénolé). Durante los siglos XII a XIV la casa vivió una larga
época de prosperidad pero en adelante sufrió los efectos de la
situación inestable del territorio, los años 1467 y 1536 sufrió
destrucciones importantes. En 1706 se integró a la congregación de
Saint-Maur. La Revolución acabó con la vida monástica de este lugar,
ahora la antigua iglesia abacial tiene las funciones de parroquia,
conserva un portal del siglo XV. |
Interior de la iglesia de
Saint-Saulve |