En este
lugar existía un establecimiento monástico de origen
desconocido, que en 1120 odoptó la Regla de San Agustín.
Se conoce también que, al contrario de lo que ocurrió en
otras casas del territorio, no sufrió directamente los
efectos de la guerra de los Cien Años, pero en el siglo
XVI quedó en ruinas debido a las guerras de Religión. Su
afiliación a la congregación de Sainte-Geneviève en el
año 1652 ayudó notablemente a su reconstrucción. Se
mantuvo en actividad hasta la Revolución, manteniéndose
como iglesia parroquial. Las bóvedas de la nave son de
la época de la reconstrucción, anteriormente la iglesia
estaba cubierta con cúpulas. La fachada se rehizo a
comienzos del siglo XX. |
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