Priorato de Sant Jordi d'Alfama

Ésta era la sede principal de los frailes de Alfama que además tenían posesiones en otros lugares alejados y algunas pequeñas encomiendas donde residía algún religioso, pero de alcance precario. En este lugar, junto al mar, se levantó una fortaleza de la que quedan escasos vestigios, el lugar pretendía servir de defensa de los posibles ataques por mar a la vez que debía atender a los viajeros que pasaban por esta zona poco habitada. En 1341 los frailes tuvieron que abandonar esta casa por temor a la peste negra, quedó sin comunidad hasta 1360, cuando regresaron de Valencia, donde se habían refugiado.

Debido a su limitada evolución y la decadencia que sufría, en 1400 la orden fue unida a la de Montesa, a pesar de aquella unión, el priorato se mantuvo. En el momento de la fusión se llevaron a cabo obras de reparación debido al mal estado en el que se encontraban las estructuras. En el Capítulo General de 1576 se recuperó el título de priorato que había perdido debido al deterioro físico del lugar. El abandono definitivo tuvo lugar en 1650, cuando fue bombardeado desde el mar durante la guerra de los Segadores y quedó en ruinas. La fortaleza se reconstruyó totalmente en el siglo XVIII junto a la anterior, en un lugar menos expuesto al agua del mar. Los escasos restos del primitivo castillo se descubrieron en una intervención arqueológica, en 1988.