Tras la conquista de Tortosa, a mediados del siglo XII, buena parte de aquella comarca quedó bajo el dominio de los templarios y los hospitalarios, pero el amplio territorio alrededor de la actual Ametlla de Mar se encontraba muy deshabitado a causa de su carácter inhóspito. Este lugar poco acogedor representaba un problema para la comunicación entre Tarragona y Tortosa aparte de que era un peligro debido a su accesibilidad por mar que lo dejaba expuesto a posibles ataques sarracenos. La orden de San Jorge de Alfama fue fundada por Pedro II (1196-1213) en 1201 con la voluntad de poner remedio al problema. En el documento fundacional el monarca dio el extenso territorio costero entre la Ampolla y el collado de Balaguer (cerca de la central de Vandellós) a Juan de Almenara y Martí Vidal como base para llevar adelante la empresa.

Restos de la fortaleza medieval de Sant Jordi de Alfama

A pesar de no disponer de información detallada de la organización de la orden, se sabe que era seguidora de la Regla de San Agustín. Desde sus comienzos trabajaron para levantar la casa principal de Alfama donde, además de tener un pequeño hospital, residía la máxima autoridad de la organización hospitalaria y militar. Poco a poco fueron ampliando sus dominios fuera del territorio inicial y las necesidades organizativas hicieron que se establecieran otros centros administrativos, o encomiendas. El 1205 recibieron el dominio de Bujaraloz (Zaragoza) donde el 1225 consta el cargo de comendador de la casa que allí se estableció. Un documento de ese año menciona también la existencia de un hospital en Alcarràs (Segrià). Más adelante, ya en el siglo XIV, se menciona un comendador en la ciudad de Valencia (desde el 1317) y otro en el lugar de Riquer (Montmaneu, Anoia).

San Jorge
Detalle del frontispicio de Montesa ilustrada (H. de Samper, 1669)

Esta orden sufrió muchas dificultades económicas, una de las obligaciones más importantes de los frailes era pedir limosna para su sustento, en este sentido cabe mencionar la venta de Bujaraloz al monasterio de Sigena en 1229 para hacer frente a las deudas. La orden participó modestamente en algunas empresas militares, por eso recibió algunas posesiones en los territorios de conquista, Baleares y Valencia. Durante el último cuarto del siglo XIII y primero del XIV, los frailes de San Jorge tuvieron cuidado también del hospital de Sant Joan de ReusHospital de Sant Joan de Reus

Antiguo hospital fundado en Reus en el siglo XIII (se menciona su existencia el 1244), se encontraba junto a la puerta del Hospital, al este del centro histórico. En 1835 la sede se trasladó al antiguo convento de los carmelitas descalzos


Imagen idealizada del portal del Hospital
Butlletí del Sindicat de Metges de Catalunya. Núm. 080 (abr. 1927)
Biblioteca de Catalunya. Museu d'Història de la Medicina. Universitat Autònoma de Barcelona. En 1327 la orden recibió la importante donación del castillo de Riquer, entre otros bienes, donde se estableció una encomienda, que reunió una reducida comunidad. En 1373 Pedro el Ceremonioso dio un paso adelante en la consolidación de la orden consiguiendo que el papa Gregorio XI diera el visto bueno para su aprobación, confirmando la Regla de San Agustín según las costumbres de la orden de Malta, hasta ese momento se habrían gobernado con el visto bueno episcopal.

Fraile de la orden de Montesa y San Jorge de Alfama, con la cruz roja de ésta última
Detalle de Virgen con los maestres de Montesa
Antoni Peris (c1412). Museo del Prado
Imagen de Wikimedia

En 1378 la casa de Alfama fue atacada por piratas sarracenos que capturaron el comendador, Jaume Roger, y su hermana, su liberación fue lenta y costosa, ya que se tuvo que pagar el rescate. La poca vitalidad de la orden fue acompañada del relajamiento de las costumbres, dándose casos de apropiación de fondos para el provecho propio de algunos frailes. Pedro el Ceremonioso intervino en los asuntos de la orden con el fin de revitalizarla, de hecho desde su fundación aún no habían logrado la repoblación del territorio ni el establecimiento de una casa en Barcelona. En los últimos años del siglo XIV, la crisis se agravó y el rey Martín el Humano, tras percatarse de la imposibilidad de su recuperación, optó por su unión con la orden de Montesa. Después de ciertos obstáculos, a finales del 1399 y comienzos del 1400 el Papa Benedicto XIII autorizó la unión de las dos órdenes, y pasaría a llamarse Orden de Nuestra Señora de Montesa y San Jorge de Alfama.

Sant Jordi de Alfama
Fortaleza del siglo XVIII al lado de la antigua