En 1625 la villa de Olot pidió a los capuchinos la fundación de un convento. El proceso se prolongó mucho en el tiempo y no fue hasta 1627 que se formalizó el acta de fundación y poco después, en el mismo año, comenzó la construcción del nuevo edificio. El convento se levantó fuera la ciudad, en la carretera de Vic y cerca de la puerta de Sant Rafael, donde hoy todavía está la calle de este nombre. La iglesia estaba dedicada a san Francisco y se bendijo en 1631. También tenía una capilla a su lado, la capilla de la Orden Tercera, que daba a la puerta de Sant Ferriol, esta capilla se levantó en 1696 y se amplió poco después.
Iglesia y capilla de la Orden Tercera
A la derecha la puerta de Sant Rafael
Dibujo publicado en: Un segle de vida caputxina...
El convento sufrió de una manera especial los efectos de las incursiones militares de los franceses que tuvieron Olot como escenario. Debido a su ubicación pasó a manos de uno y otro bando entre los años 1656-57, lo que afectó personalmente a los frailes y también el mismo convento que quedó en ruinas.
En 1835 se exclaustró por consejo de las autoridades ante el peligro de ataque, los frailes se dispersaron y finalmente el lugar ya abandonado fue escenario de luchas y ocupado hasta que se incendió. El cuadro del Cristo con la cruz de El Greco, que ahora se conserva en la parroquia de Sant Esteve, procede de la sacristía de la iglesia de este convento. El ayuntamiento reclamó la propiedad del solar del antiguo establecimiento capuchino que se había convertido en un lugar conocido como Campo de Marte. Finalmente, sobre las ruinas se hizo una plaza, cuyos jardines se inauguraron en 1883.
En 1884 se planteó el regreso de esta orden a Olot y ya en 1885 se puso la primera piedra de un nuevo establecimiento, ahora en la carretera de Santa Pau, cerca del Fluvià. Al año siguiente llegaron los primeros frailes. En 1936 fue incendiado por los revolucionarios, y en 1943 se inauguró de nuevo la iglesia, dedicada al Sagrat Cor. Desde 1972 no mantienen ninguna comunidad en Olot, y han cedido el uso de la iglesia como parroquia y los espacios del convento a una escuela.
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