El bisbe d’Urgell, Pau Duran (16324-1651), mantenia bones relacions amb els escolapis i va impulsar la creació d’un col·legi a Guissona. Després de triar els terrenys, va començar la construcció i es va nomenar el pare Melcior com a superior de la casa. Amb la mort del bisbe i la malaltia del superior, l’empresa va quedar abandonada i els escolapis no es van establir mai.
La villa de Guissona acordó dar un plazo de seis años para seguir con aquella fundación o, de lo contrario, el lugar sería ofrecido a otra orden. Una vez terminado el plazo el lugar fue entregado a los agustinos descalzos de Santa Mònica de Barcelona que lo aceptaron, llevándose a cabo la nueva fundación a partir del año 1650, después de terminar las obras del nuevo convento, en 1653 se formalizó con la llegada de 8 religiosos. En 1700 se puso la primera piedra de una nueva iglesia, obra que se terminó en 1745. La casa fue exclaustrada en 1835 y el lugar pasó a manos particulares, la iglesia fue ocupada por un garaje mientras que el convento se utilizó como centro escolar, función que todavía mantiene en la actualidad con las Dominicas de la Anunciata.
- BARRAQUER Y ROVIRALTA, Cayetano (1906). Las casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX. Vol. 2. Barcelona: Imp. Fco. J. Altés
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- DIEGO DE SANTA TERESA (1743). Historia general de los religiosos descalzos del orden de los ermitaños...de San Agustin. Vol. III. Barcelona: Martí
- MARTÍNEZ CUESTA, Ángel (1995). Historia de los agustinos recoletos. Vol. 1. Madrid: Ed. Augustinus
- MASSOT, Joseph (1699). Compendio historial de los hermitaños de nuestro padre san Agustín, del Principado de Cataluña. Barcelona: Imp. Juan Jolis