El lugar
de Frómista y su territorio fue repoblado tras la
invasión sarracena a finales del siglo IX, pero la
primera noticia que se tiene del monasterio de San
Martín se encuentra en una donación testamentaria
efectuada por Múnia, condesa de Ribagorza y reina, viuda
de Sancho III el Grande de Navarra. De aquel testamento,
otorgado el año 1066, se deduce que el monasterio había
sido fundado anteriormente por la misma Múnia, que tenía
tres monjes, y que probablemente la misma otorgante se
había retirado aquí. Alrededor de aquella fundación
monástica se estableció una población, que sería uno de
los dos barrios en que se dividiría Frómista. |
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No se
tiene ninguna noticia más del monasterio hasta el 1118,
fecha en que la reina Urraca I de León y Castilla, a
quien pertenecía el monasterio, lo dio a
San Zoilo de Carrión junto con
sus posesiones y rentas. El monasterio de Frómista se
convirtió en un priorato dependiente de San Zoilo, lo
que conllevó desavenencias por razones económicas entre
los dos centros monásticos. En el siglo XIII el obispo
de Palencia también reclamó unos pretendidos derechos
sobre Frómista, lo que no obtuvo, quedando el priorato
de San Martín sometido directamente a la autoridad del
abad de San Zoilo. En el siglo XV, el importante señorío
de San Martín fue vendido y pasó a manos particulares,
quedando únicamente la iglesia y sus dependencias bajo
el control de la comunidad. |

San Martín de
Frómista |