Se ha supuesto que la sede episcopal de Tuy es muy antigua e incluso se ha dado el nombre de su primer obispo: San Epitacio, relacionado con el apóstol Santiago el Mayor. Más allá de esto, se tiene constancia de un obispo de Tui que asistió al I Concilio de Braga, en el año 572. A partir de aquí los obispos de Tui figuran de una manera habitual en otros concilios del siglo VII. Con la invasión musulmana la sede episcopal abandonó la ciudad para refugiarse en Iria. El obispado de Tui no sería restaurado hasta el 915 por Ordoño II de León, pero tuvo en los años siguientes una existencia muy accidentada debido a las diversas invasiones y ocupaciones del territorio, la restauración definitiva llegó en 1071 cuando la infanta Urraca (hija de Fernando I de León) le hizo una donación y la puso bajo la advocación de la Virgen. Aunque se desconoce con certeza la situación de la catedral en épocas anteriores, en ese momento la sede episcopal estaba situada en San Bartolomeu de Rebordáns, en la llanura.

Portada (siglo XIII)

Tímpano de la portada principal

La canónica catedralicia de Tuy fue organizada por el obispo Pelayo (1130-1156) y contaba con una comunidad de canónigos, algunos de ellos procedentes de Coimbra. Aquella canónica seguía la Regla de San Agustín. Mientras tanto y gracias al importante apoyo de la realeza se empezó a construir la nueva iglesia de Santa María (hacia 1120), obra que se ha dicho que se levantó junto a San Bartolomeu mientras que hay quien la sitúa ya en la parte alta de la ciudad, en la catedral actual. La construcción de la catedral de Tuy se desarrolló durante los siglos XII y XIII, la iglesia se consagró en 1225. La portada debería situarse durante la primera mitad del siglo XIII, el claustro entre los siglos XII y XV (en su mayor parte durante el siglo XIII, aunque hay discrepancias en la cronología). En el siglo XV, durante el dominio de Tuy por parte de los Sotomayor se añadieron otras construcciones anexas.

Portada