Hay varias tradiciones que explican la vida de san Taurino, unas sitúan su vida en una fecha muy antigua, durante el siglo I, pero habitualmente se considera que vivió entre los siglos IV y V. Habría nacido en Roma y se habría trasladado a la Galia para evangelizarla. Considerado obispo (evangelizador) de Évreux, fue perseguido por sus creencias y ya en vida realizó muchos milagros, la fama de taumaturgo se mantuvo hasta tiempos modernos y es venerado en esta ciudad. Su lugar de enterramiento fue dignificado en época del obispo san Landulfo (siglos VI-VII) con una capilla dedicada a san Martín. Se dice que en algún momento, antes de las invasiones normandas, había una comunidad monástica que tenía cuidado del lugar, lo que no se puede asegurar.

Saint-Taurin de Évreux

Saint-Taurin de Évreux

A finales del siglo IX, Évreux sufrió los ataques de los normandos, la capilla de Saint-Martin, que conservaba el sepulcro de san Taurino, no escapó de los saqueos y fue incendiada. Antes, sin embargo, las reliquias se habían trasladado a la Auvernia para su preservación, no regresaron hasta que la paz se hubo restablecido, hacia el 914. La fundación de la abadía se llevó a cabo gracias a Ricardo I de Normandía (945-996), uno de los primeros soberanos de este territorio. Este fundó y dotó el monasterio en la segunda mitad del siglo X. Los duques que sucedieron al fundador también aportaron bienes a la casa monástica que tuvo un buen desarrollo hasta que en el año 1035 Roberto I (1037-1035) puso Saint-Taurin bajo la dirección de la abadía de La Trinité de Fécamp (Sena Marítimo). Esta operación se hizo para compensar Fécamp de los bienes que había perdido con la fundación de la abadía de Montivilliers (Sena Marítimo) en el marco de su actividad fundadora o reorganizadora de los monasterios normandos llevada a cabo por Roberto I.

Abadía de Saint-Taurin
Louis Boudan, 1702
Bibliothèque nationale de France

Pese a ello, la abadía de Saint-Taurin había reunido un patrimonio considerable a finales del siglo XII, el siglo siguiente es el de la plenitud en cuanto a la prosperidad de la casa, fue bajo el abadiato de Gilbertus (1240-1255) que se encarga la arqueta de Saint-Taurin, que aún se conserva en la iglesia. Con el siglo siguiente llegan el infortunios, a finales del siglo XIV la casa es atacada, saqueada e incendiada, la llegada del régimen comendatario (siglo XVI) tampoco ayudó a su desarrollo, lo que si hizo la afiliación a la congregación de Saint-Maur (1642), que le permitió llegar a finales del siglo XVIII, época en que la casa fue suprimida a causa de la Revolución. En 1801 se recuperó el culto en la iglesia, con funciones parroquiales.

Saint-Taurin de Évreux
Grabado núm. 106 del Monasticon Gallicanum
Bibliothèque nationale de France