El origen
de esta casa monástica se encuentra en la donación de
unas tierras efectuada en torno al año 768 por Wido, el
beneficiario de aquella operación fue Fulrad,
abad de Saint-Denis y
muy vinculado a la corte de Pipino el Breve y
Carlomagno. Hacia el 774 el abad Fulrad estableció aquí
una celda a la que aportó las reliquias de san Hipólito
que él mismo había traído de Roma. El 774 Carlomagno
benefició la casa con más bienes. Paralelamente también
se había fundado no lejos de aquí el priorato de Lièpvre
y poco a poco este último fue ganando prestigio en
detrimento de Saint-Hippolyte, a mediados del siglo IX
las reliquias de san Hipólito se trasladaron a la abadía
madre de Saint-Denis y este priorato se convirtió de
hecho una dependencia de Lièpvre, a mediados del siglo
XIV sólo tenía funciones parroquiales. No hay restos de
la época monástica, la iglesia que se conserva es de los
siglos XIV-XV. |
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