Este monasterio
estaba al frente de la orden de Vallis Caulium, los detalles
de su fundación se han visto difuminados debido a la leyenda que la
rodea. Según este relato, Viard, un novicio de la cartuja de Lugny (Côte
d'Or) dejó aquella casa para retirarse en un lugar solitario y
practicar el eremitismo, se asentó en el lugar de Vallis Caulium
donde entraría en contacto con Odón III de Borgoña (duque entre los
años 1192 y 1218) que solía cazar en estas tierras, en una
conversación este prometió al eremita que si regresaba victorioso de
una campaña militar inminente, levantaría un monasterio en aquel
lugar. Más allá de la leyenda parece que habría que aceptar la
llegada de un novicio, o monje, de Lugny, su establecimiento junto a
otros eremitas y la transformación en monasterio hacia el 1193, el
1195 se documenta una donación a La Val des Choux efectuada por el
obispo de Langres, Garnier de Rochefort y, finalmente, una bula de
Inocencio III, fechada en 1210, confirmaba varias de las primeras
donaciones a la orden de Val des Choux (Vallis Caulium)
aprobada por el mismo papa en 1205. Las relaciones con la cartuja de
Lugny se mantuvieron al menos durante un tiempo. |
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Seguramente debido a su origen,
en La Val des Choux se practicaba un monacato cercano a los cartujos
y por otra parte influenciado por el
Císter. Durante el siglo XIII sus prácticas se difundieron y el
monasterio encabezó la modesta orden de Val de Choux (Vallis
Caulium) con una treintena de prioratos seguidores de sus
costumbres. La mayoría estaban situados en la Borgoña: Val Croissant
(Côte d'Or) Val Saint-Benoît (Saona
y Loira)... además de algunas casas más lejanas como la de
Pluscardyn (Escocia). A partir de la guerra de los Cien Años
subsistió modestamente, a principios del siglo XVIII se encontraba
en decadencia en cuanto a la regularidad, el remedio llegó en 1762
cuando se vinculó a la abadía cisterciense de
Notre-Dame de Sept-Fons (Allier)
de donde pasó a depender con el nombre de Val-Saint-Lieu,
convirtiéndose en un monasterio trapense hasta la Revolución.
Después cayó en ruina y se derribaron buena parte de las estructuras
conventuales, perdiendo la configuración arquitectónica de
monasterio. |
La Val des Choux con el
monasterio en ruinas
Ilustración de Voyage pittoresque en Bourgogne (1833) |