Esta abadía
cisterciense fue fundada en 1132 desde el
monasterio de Fontenay (Côte-d'Or), a la
vez dependiendo de Cîteaux,
ambas situadas en la Borgoña. Se dice que en la fundación
intervino el mismo
Bernardo de Claraval y que algunos de los
monjes llegados a Sept-Fons eran parientes suyos. Era una casa
humilde y pequeña que con el transcurso del tiempo cayó en
decadencia y finalmente quedó prácticamente abandonada. |
|
En 1656 Eustache de
Beaufort fue nombrado abad comendatario de Sept-Fons y en 1661 se
hizo cargo del lugar donde impulsó su reforma de una manera paralela
a la que estaba llevando a cabo en aquella época
Armand
Jean Le Bouthillier de Rancé
en La Trappe (Orne). Rápidamente se rehizo todo el monasterio y justo
cuando su construcción había terminado (1789), la comunidad fue
expulsada debido a la Revolución (1791) con el resultado de la
muerte de muchos de sus miembros. El lugar fue vendido mientras sus
monjes se refugiaban en lugares provisionales hasta que en 1816
pudieron recomprar Sept-Fons donde en 1845 retomaron su actividad. A
partir de 1892 se unificaron las corrientes reformadas, entre ellas
la de Sept-Fons, lo que dio lugar a la Orden de los Cistercienses
Reformados de Notre Dame de la Trappe, o más simplemente los
trapenses. |
Sept-Fons |