Abadía de Saint-Papoul

La primera noticia documentada del centro monástico es del 817, cuando se menciona en una relación de abadías. La importancia de este establecimiento se vio incrementada gracias al monje Berenguer, fallecido en 1093, y gracias a su vida ascética, fue santificado. La presencia del cuerpo de san Berenguer incrementó la devoción y la presencia de peregrinos en la abadía. En 1119 hay constancia que dependía del monasterio de Sainte-Marie de Alet. Saint-Papoul se convirtió en un centro de oposición la doctrina cátara, sin embargo, en 1233 se enterró allí el noble Jordà de Roquefort, reconocido cátaro.

La iglesia es, básicamente, románica, con añadidos de distintas épocas. Es de nave única con tres ábsides, el del norte más antiguo, el central decorado exteriormente y el del sur modificado en el siglo XIV. Tiene capillas laterales de varias épocas y una puerta a poniente. Delante del absidiolo norte se levanta el campanario. El claustro se encuentra al sur de la iglesia, tiene cuatro galerías de tamaños diferentes, habría que datarlo hacia el 1300. Las columnas son de ladrillo y sus capiteles tienen en gran parte decoración vegetal y se encuentran muy desgastados. La sala capitular, también es de alrededor de 1300, lleva el escudo de Bernard de la Tour, el último abad y primer obispo. Se conservan otras construcciones menores, levantadas en el siglo XVII.