Según la
tradición el monasterio tiene su origen en un
establecimiento promovido por noble Vulfoad (Wulfoalde)
y su esposa Adalsinda, se menciona un episodio milagroso
que sucedió después de un viaje al monte Gargano donde
el fundador obtuvo una reliquia, el milagro tuvo lugar
en el monte Castellion donde establecería el primer
asentamiento en el año 709 dedicándolo a san Miguel
(Saint-Michel o Saint-Mihiel). No hay evidencias de la
existencia de una comunidad monástica hasta la segunda
mitad del siglo VIII, cuando estuvo unos años sometida a
la abadía de Saint-Denis
(Sena-Saint-Denis). El año 772 ya era un monasterio
independiente y Carlomagno le otorgó el beneficio de
inmunidad, en esta época murió Vulfoad que fue enterrado
en el monasterio. |
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En el año
819 el monasterio se trasladó a un lugar cercano, más adecuado, la
antigua abadía (el lugar se conoce como Vieux Moutier) serviría
temporalmente de lugar de enterramiento de los monjes y luego se
convertiría en un priorato. Durante el siglo IX menudearon los
preceptos emitidos por los monarcas a favor de la casa. A partir de
la segunda mitad del siglo XI recibía protección de los duques de
Bar, el 1088 la condesa Sophie de Bar (c1018-1093) fundó el
priorato de Notre-Dame de Bar-le-Duc que
puso bajo la autoridad de esta abadía. En 1106 una bula del papa
Pascual II confirmaba sus bienes, derechos y privilegios, en ese
momento muy importantes. En 1516 se impuso el régimen comendatario y
en 1606 el monasterio se incorporó a la congregación de Saint-Vanne.
Mantuvo la actividad monástica hasta la Revolución. |
Abadía de Saint-Mihiel |