Los
templarios habrían llegado a Metz hacia el 1133 donde
ocuparon una capilla dedicada a Saint-Maurice facilitada
por la abadía de
Sainte-Glossinde. Alrededor de 1200 establecieron la
encomienda en un lugar cercano donde, entre otras
construcciones, levantaron la capilla que aún se
conserva. Hacia 1260 la antigua capilla de Saint-Maurice
fue cedida a los agustinos donde éstos establecieron su
convento. En 1312, con la supresión del Temple, la
capilla, las dependencias de la encomienda y otros
bienes pasaron a manos de la
orden del Hospital,
que ya tenía establecimiento en la ciudad, y a la orden
Teutónica. El lugar quedó dañado durante el sitio de
Metz de 1552 y se utilizó para levantar una ciudadela
militar (1556 a 1562). Se conservó la capilla, único
resto visible de la época templaria, la decoración mural
del interior es de comienzos del siglo XX. |
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