Abadía de Notre-Dame de Flaran

Durante el período bélico del siglo XIV, el monasterio sufrió sus consecuencias, perdiendo incluso la vida regular. Superados los conflictos, se pudo restaurar y fortificar el conjunto monástico. Pero después todavía se vio afectado por las guerras de Religión, en 1569 fue saqueado, la iglesia incendiada, el claustro derribado y los archivos perdidos, muchos monjes murieron y otros pudieron huir. Al año siguiente empezaba la reconstrucción. La adopción del régimen comendatario no ayudó a la recuperación, la decadencia se fue acentuando durante décadas, sin embargo, durante el siglo XVIII se pudieron impulsar algunas obras de reparación.

El claustro se encuentra en el norte de la iglesia, de planta rectangular, conserva una parte gótica que habría sustituido a una construcción románica anterior. Debido a los episodios bélicos, aquel claustro gótico se perdió en parte y fue restaurado en el siglo XVI, de forma bastante simple. A continuación del transepto norte se encuentra el armarium y la sacristía, y más allá una bella sala capitular rectangular con cuatro columnas centrales. Su fachada consta de un amplio portal con dos ventanales, todo el conjunto con arcos de medio punto. Sobre estas dependencias se encuentra el dormitorio, profundamente restaurado en el siglo XVIII y que comunica con el transepto de la iglesia por una escalera, rasgo característico de los monasterios cistercienses. Se conservan también otras dependencias de menor entidad, cocinas, etc.