Abadía de Souillac

En el siglo XVI la abadía pasó a estar gobernada por abades comendatarios, designados fuera de sus muros, a menudo personajes desvinculados del cenobio y que no residían allí. Otro episodio nefasto para el monasterio fueron las guerras de Religión (1562-1598), que lo volvieron a afectar gravemente, todo el conjunto fue saqueado e incendiado, pero la iglesia pudo resistir los ataques. En 1632 el abad Henry de la Mothe Houdancourt impulsó su reconstrucción, que debido a su complejidad, se prolongó hasta el 1712. En 1660 la abadía se integró en la congregación de Saint-Maur. A finales del siglo XVIII sufrió los efectos de la Revolución, los bienes fueron vendidos, los religiosos expulsados (1790) y la iglesia dedicada a la Razón.

El portal decorado es uno de los hitos de la escultura románica. Cuando la iglesia sufrió los efectos de las guerras de Religión, éste quedó muy afectado, como el resto del edificio. Entonces se trasladó al interior, donde todavía puede verse. Sobre la puerta hay un gran relieve con la escena central dedicada al santo Teófilo el Penitente, que llegó a hacer un pacto con el diablo, pero que obtuvo el perdón de la Virgen y acabó canonizado. A ambos lados las imágenes de san Benito y de san Pedro. Otro elemento de la portada es la columna del mainel, empotrada a la derecha del portal. Se trata de una obra maestra de la escultura y presenta una maraña de personajes y animales fantásticos. A los lados de la puerta también encontramos dos relieves con personajes: los profetas Isaías y Oseas.