La leyenda
sitúa la fundación de este monasterio en el siglo VII,
cuando un peregrino que traía una reliquia de la Virgen
se quedó dormido debajo de un espino (aubépine) donde
había colgado la reliquia, pero cuando se despertó el
arbusto había crecido y no pudo recuperar la bolsa. San
Hadouin, obispo de Le Mans entre el 623 y 654, pasó por
aquel lugar y prometió que levantaría un monasterio en
el lugar, entonces el árbol se inclinó y pudo recuperar
el preciado objeto. Cumpliendo su promesa hizo venir
monjes de las abadías de Le Mans por la fundación de la
nueva comunidad. El testamento del obispo, del año 642,
benefició especialmente la casa. |
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Aquella
primera abadía habría quedado destruida en el siglo IX a causa de
las invasiones normandas y fundada de nuevo a partir del 989 gracias
a la intervención del vizconde de Maine. El monasterio se convirtió
en un centro próspero y disponía de prioratos que dependían de ella,
en parte gracias a la posesión de la reliquia de la Virgen. Durante
el siglo XI se levantó una nueva iglesia monástica y en el siglo
siguiente la capilla de Notre-Dame (ahora dedicada a Saint-Crépin),
aunque en el siglo XIII se reconstruyó parcialmente la primitiva
cabecera románica para levantar una nueva, gótica, consagrada en
1252. |
Abadía de Évron |