El monasterio de Santa Maria de Salzedas tiene su origen en una abadía anterior de fundación incierta de la que se tiene noticias desde el 1150. Esta casa y también una segunda conocida como Abadia Velha se encontraban dentro de los dominios de Teresa Afonso. Se desconoce la afiliación de aquella primera abadía, seguramente sería una casa benedictina aunque también podría tratarse de una canónica agustiniana o incluso de un monasterio seguidor de alguna regla hispánica prebenedictina. Tras la llegada al territorio de Teresa Afonso (1152) y por intervención directa de esta señora, el 1156 la casa fue entregada a la orden del Cister. En 1168 se levantó un nuevo monasterio, seguramente con la financiación de la misma Teresa y la nueva iglesia fue consagrada el 1225, época en que se le añadió la comunidad de la Abadia Velha, que quedó abandonada. Tal como le pasó al cercano monasterio de São João de Tarouca, la casa fue suprimida temporalmente entre el 1546 y 1564. Mantuvo su actividad como monasterio hasta 1834, cuando los monjes se vieron obligados a abandonarlo y el lugar pasó a manos particulares. Se conserva la iglesia, en uso, y buena parte de las dependencias monásticas.