Se trata
de una casa cisterciense que tiene su origen en un
monasterio benedictino conocido como São João de
Vellaria que quizás ya existía el 1110. Entre en 1140 y
1144 esta casa fue reformada y pasó a la órbita
cisterciense, momento en que se trasladó al sitio
actual, más adecuado y cambiando el nombre por São João
de Tarouca, la primera piedra de la casa se puso el
1152 y la iglesia fue consagrada en 1169. Se convirtió
en un centro de importancia e incluso desde aquí se
fundaron otros monasterios cistercienses. |
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Desde
Claraval se impulsó la reforma del monasterio (1533) tarea que fue
encomendada a dos monjes del
monasterio de Piedra
(Aragón). La casa fue suprimida temporalmente (entre el 1543 y
finales del mismo siglo) por los problemas generados en la reforma
anterior. En el siglo XVIII vivió una época de prosperidad y esto
queda reflejado en la decoración del interior de la iglesia que se
embelleció en aquella época. En 1834 el convento fue clausurado, los
monjes expulsados y los bienes vendidos en subasta. La iglesia aún
mantiene su actividad pero las dependencias monásticas fueron
expoliadas y ahora en ruina. |
Retablo mayor
(1702), en el presbiterio |