Monasterio de Sant Miquel de Les Medes

María de Castilla, esposa de Alfonso el Magnánimo, entregó la casa a la orden de Santiago, cesión que recibió con indiferencia, mientras el lugar quedaba a cargo de seglares. En 1433 se nombró a Jaume de Casanova comendador de esta casa, pero la nueva fundación tampoco tuvo éxito y ni la orden ni el comendador tuvieron cuidado de ella, a la muerte de éste, el lugar quedó ocupado por ermitaños. En 1442 el archipiélago de las Medes fue víctima de un ataque de los genoveses que saquearon la capilla y torre. Ya en la segunda mitad del siglo XV el lugar se restauró, Juan Bonfill fue nombrado guardián de la casa y el papa Calixto III confirmó la posesión del priorato a la orden de Santiago.

En 1468, debido a la guerra Civil Catalana, la isla fue ocupada militarmente, fue abandonada por la orden militar y cayó víctima de nuevo de los ataques piratas, que la ocuparon, en 1471 se tuvo que pagar rescate a éstos para recuperarla. En 1477 Sixto IV otorgaba indulgencias a quien colaborase en el mantenimiento de la torre y monasterio, que todavía subsistía gracias a estas donaciones. En 1494, bajo el comendador Jerónimo Gonçales el lugar se encontraba en estado de ruina que afectaba tanto a la iglesia como a la torre, en 1534 todavía fue víctima de un ataque sarraceno que incendió y destruyó el lugar. El final llegó en 1552 cuando el hundimiento de una parte de la isla se llevó por delante los restos de aquellas construcciones.