Convento del Carme de Manresa
Mare de Déu del Carme de Manresa / El Carmen de Manresa
(Manresa, Bages)
En 1307 los carmelitas mostraron su interés por establecerse en Manresa y de acuerdo con el Consejo de la ciudad obtuvieron la correspondiente autorización para llevar adelante aquella iniciativa. Una vez obtenida, las autoridades locales facilitaron que los frailes pudieran levantar el convento interviniendo en la financiación y en la cesión del lugar que se formalizó en 1308, entregando unos terrenos situados en el Puig Mercadal, un emplazamiento elevado, al norte de núcleo de la ciudad, que los carmelitas tomaron posesión de él inmediatamente.
La iglesia antes de su derribo y el cuartel
Fotografía aérea de Josep Gaspar (1929)
Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC)
No faltaron las contribuciones para levantar el convento y en 1311 ya estaba habitado y con una iglesia provisional. En 1322 empezó la construcción de la iglesia gótica bajo la dirección de Berenguer de Montagut, obra que recibió el apoyo económico de Alfons el Benigne, como también había hecho anteriormente su padre, Jaume II. La obra constructiva fue lenta y se prolongó en el tiempo. Muy probablemente el claustro gótico debió de construirse en la misma época. En 1364 el prior de esta casa participó muy activamente en la fundación del convento del Carme de Tàrrega. En 1581 se derrumbaron parte de las bóvedas de la iglesia y ocasionó peligro de ruina para el resto del edificio, lo que obligó a realizar importantes obras de reparación.
A principios del siglo XVIII la iglesia volvió a quedar afectada, esta vez a raíz de la guerra de Sucesión, cuando el convento fue ocupado militarmente y fortificado. En 1835 fue clausurado, cuando tenía una comunidad de 15 frailes. Después pasó a ser propiedad municipal y fue adaptado como escuela, más tarde sirvió de cuartel, hasta 1965. La iglesia fue cedida a la diócesis y recuperó sus funciones en 1877 como parroquia. El edificio gótico fue derribado en 1936 y más tarde se levantó una nueva iglesia en su sitio. El convento se utiliza de albergue y lo que era el claustro sirve de aparcamiento de vehículos.
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